Cuando eres mamá que labora en una empresa, toda tu vida puede parecer un acto de equilibrio. Correr desde la guardería hasta una presentación en la sala de juntas es toda una odisea. Haces malabarismos con los calendarios escolares, con tu horario y la disponibilidad de tu niñera. Algunos días son felices y fáciles, y otros días te dejan frustración o simplemente cansancio.
Es difícil dedicarse a nuestros hijos y a nuestra carrera profesional, pero nosotras somos las mujeres indicadas para este trabajo. ¡Lo sé porque lo estamos haciendo!
Nos han dado a estos pequeños preciosos para que los cuidemos y estemos sobresaliendo en logros en nuestro trabajo. Cualquiera que sea la etapa de la vida en la que nos encontremos. . . Decidimos cómo abordarlo.
Entonces, después de pensar y experimentar para crear un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, descubrí algunos consejos útiles para las madres trabajadoras que quiero compartir con ustedes.
¿Cómo equilibrar la vida como madre trabajadora? Casi siempre decimos “si pudiéramos ser más productivas o administrar mejor nuestro tiempo, finalmente lograríamos el equilibrio perfecto entre trabajo y familia”. No es una cosa o la otra. Ni se trata de dedicar la misma cantidad de tiempo a todo, sino de elegir en qué concentrarse en un momento dado. Y ahora mismo estás en una temporada en la que aprender a ser una buena madre y tener un trabajo son cosas importantes en las que debes concentrarte. Con eso en mente, aquí hay algunas maneras en que podemos crear un equilibrio en nuestras vidas como madres trabajadoras.
- Establecer prioridades. Es muy importante recordar que vivimos la vida en estaciones. Por “estaciones” me refiero a que pasamos por diferentes fases de circunstancias de la vida, que exigen nuestro tiempo, energía y concentración. Tu temporada actual puede ayudarte a determinar cuáles deberían ser tus prioridades. Ya sea que estés regresando al trabajo después de tener a tu primer hijo(a) o hayas sido madre trabajadora durante más de una década, sé honesta acerca de dónde te encuentras. Además, tus hijos(as) pasan por sus propias estaciones. Quizás estén comenzando su primer año de secundaria. O tal vez a tu hijo le acaban de diagnosticar una enfermedad, etc. Está bien dejar de lado algunas asignaciones para poder concentrarse en lo que importa. Y si estás pasando por una temporada difícil, confía en esto: no durará para siempre. Las estaciones van y vienen. Lo más importante que puedes hacer es estar presente.
- Agradécete; muchas veces somos demasiado duras con nosotras mismas. Si estás luchando por darte las gracias, hazte esta pregunta: ¿Le hablaría a una amiga de la misma manera que me hablo a mí misma? Niégate a ser tu peor crítico. Entonces, ¿qué pasaría si te conformas con pastelitos comprados en la tienda en lugar de pastelitos caseros para la venta de pasteles de tu niño(a) en el colegio? ¿O pedir a la abuela que pase por los niños de la escuela para poder ir a una cita con tu médico? El trabajo aún se está haciendo.
- No intentes hacerlo todo; tu tiempo, dinero y energía son finitos. Siempre tendrás que tomar decisiones sobre cómo gastarlos. Puedes elegir lo que más te importa o puedes intentar hacerlo todo y fracasar. Porque es casi imposible hacer todo lo que queramos y menos hacer todo lo que todos los demás quieren que hagamos. Así que aceptemos nuestros límites. Es importante aprender a sentirnos seguras al decir NO a un montón de cosas para poder concentrarnos en las pocas cosas que importan: nuestra familia y el trabajo. Así que déjate llevar y respira.
- Deja ir la culpa de mamá. La culpa de mamá es un sentimiento difícil de afrontar porque no importa dónde estés, sientes que deberías estar en otro lugar. Como cuando te pierdes el recital de baile de tu hija por un retiro de la empresa. O cuando sales temprano del trabajo porque tienes un hijo enfermo. No importa lo que hagas o no hagas, ¡te sientes mal por ello! Y, sinceramente, las redes sociales tampoco ayudan. Cuando nos comparamos con extraños en internet, comenzamos a ponernos todo tipo de expectativas locas y estándares poco realistas. Sentimos la presión de la sociedad para hacerlo todo. La culpa no es la respuesta a «cómo ser una mejor madre». Te estresas e incluso te puedes enfermar. Realmente creo que empezamos a sentirnos culpables cuando no tenemos muy claro qué es lo más importante para nosotras.
- Estés donde estés, estate ahí; La culpa de mamá nos hace creer que cuando estamos en casa deberíamos estar en el trabajo. Y cuando estemos en el trabajo, deberíamos estar en casa. Un estudio de Harvard incluso descubrió que estar presente en el momento es un signo importante de felicidad. Pero, lamentablemente, nuestras mentes vagan el 47% del tiempo. Date permiso para mantener tu mente y tu cuerpo en el mismo lugar. Harás más cosas, estarás presente y disfrutarás muchísimo más de tu vida. De lo contrario, tus pensamientos distraídos y tus sentimientos de culpa alejarán tu mente del momento presente, perdiendo experiencias de felicidad y situaciones o actos únicos e irrepetibles.
- Y por último consigue ayuda. Nadie puede hacer todo por sí sola y las mamis trabajadoras no somos una excepción. Obtener ayuda no significa que seamos débiles, significa que somos humanos. Encuentra formas creativas de compartir tus responsabilidades y aligera tu carga, como pedirles a miembros de la familia que te ayuden con el cuidado de los niños o a miembros del equipo que te ayuden con los proyectos del trabajo. Puede que no lo parezca, pero esta etapa de ser madre trabajadora no durará para siempre. Antes de que te des cuenta, los pañales, los panqueques del sábado por la mañana y la práctica de fútbol serán recuerdos lejanos.
Anímate por el hecho de que las partes difíciles de esta temporada no durarán para siempre, pero trata de no concentrarte tanto en el futuro como para perderte los momentos dulces y felices con tus hijos pequeños.
Y recuerda, la vida no debería hacerte sentir como si estuvieras en una rueda de hámster o atrapada con una larga lista de tareas pendientes. ¡Estás destinada a disfrutarla!
Feliz día de las madres, con cariño, el equipo de marketing de Tenmalab – Software para Laboratorios Clínicos